El procedimiento de retroalimentación del perfil de egreso permite identificar fortalezas, debilidades y oportunidades de mejora de un plan formativo. Para ello, recoge la opinión de actores claves (estudiantes, egresados, empleadores y expertos disciplinares) y analiza la información sobre el desempeño académico (evidencia directa) de los estudiantes. En otras palabras, la retroalimentación del perfil de egreso facilita la triangulación de información y la generación de datos confiables y válidos sobre el plan de estudios y el perfil de egreso basados en:
Desde una perspectiva global, la retroalimentación es el procedimiento en el que convergen cada uno de los mecanismos utilizados para evaluar el perfil de egreso y el plan de estudios de las carreras (evaluación de logro del perfil de egreso por desempeño o percepción, y evaluación de pertinencia del perfil de egreso por percepción). Efectivamente, estos mecanismos cumplen con la función de retroalimentar al levantar información que permite tomar decisiones para mejorar el perfil de egreso y el plan de estudios. Esta retroalimentación ocurre anualmente, pues la evaluación del logro del perfil de egreso −ya sea por desempeño o percepción− se realiza todos los años.
Desde la perspectiva singular, la retroalimentación del perfil de egreso corresponde al tercer procedimiento del SAPE, y se vincula con la consulta a informantes externos e internos (egresados, empleadores y especialistas) como parte de la política de aseguramiento de calidad del perfil de egreso. Esta retroalimentación se aplica de acuerdo con la duración del ciclo formativo de una carrera, es decir, cada cinco o seis años para carreras profesionales y cada dos o tres años para carreras técnicas. Excepcionalmente, se aplica fuera de estos rangos temporales si la carrera entra en un proceso de certificación o acreditación (es el caso de las carreras de pedagogía).
Opinión (evidencia indirecta)
Desempeño (evidencia directa)
